El chocolate no solo es el ingrediente estrella de los postres, sino también es el sustento de millones de familias de todo el mundo. La demanda mundial por el chocolate está superando la tasa de producción de cacao. En 2020, el mundo podría tener un déficit de chocolate de 1 millón de toneladas. Los pasteleros líderes han advertido que el mundo podría estar quedándose sin chocolate porque la creciente demanda sigue superando la tasa de producción, empujando hacia arriba el precio del chocolate.
En los últimos cinco años el consumo del cacao ha aumentado un 17%, una cifra que sigue en alza poniendo en jaque a este producto. Un aumento excesivo de la demanda mundial de esta materia podría causar el aumento del precio y su escasez que, además, se sumaría el factor negativo del cambio climático.
La creciente demanda del cacao por parte de los mercados emergentes es uno de los principales motivos que podría causar la escasez en la oferta, donde especialmente destaca China. Hace 30 años, los chinos no comían chocolate, en la actualidad alrededor de los 200 millones de chinos consumen habitualmente este producto aunque con ingestas per cápita anuales aún muy bajas. Si el ritmo del consumo de cacao sigue en aumento en países superpoblados como en el caso de China el precio de la materia prima se disparará, ya que la oferta en el mercado no es suficientemente elástica como para adaptarse a la demanda, y menos teniendo en cuenta los efectos del cambio climático sobre la producción del cacao.
Este aumento de la compra del producto podría desencadenar un desequilibrio entre el suministro y el consumo, teniendo que multiplicar su producción. Se estima que en el año 2020 la situación sería insostenible. La Organización Internacional del Cacao cree en la aparición de un déficit de 150.000 toneladas del producto a corto plazo.
El cambio climático es otro de los factores fundamentales que provoca una disminución de la oferta del cacao. Ghana y Costa de Marfil suponen cerca del 60% de la producción mundial y están teniendo problemas climatológicos. Los agricultores no pueden satisfacer la demanda. Los efectos del cambio climático sobre la planta del cacao pueden suponer, de un lado, un impacto socio-económico, afectando los medios de vida de aquellos países productores que dependen de este producto como fuente de ingresos para su día a día. Además, los árboles viejos producen menos granos y algunos agricultores están optando por cultivos más rentables como el aceite de palma o el caucho.
Por ahora tan solo son predicciones, el futuro es incierto. El precio marcará la diferencia de la calidad. El cacao estará en manos de quienes se aseguren un suministro de calidad. Conociendo de antemano los riesgos existentes se puede trabajar para intentar hacer que el impacto negativo sobre las plantaciones de cacao sea el menor posible. Si esto no fuera posible, probablemente tendremos que empezar a listar el chocolate entre los productos alimenticios de lujo.