Nuestras mascotas también se merecen un buen descanso en una cama hecha especialmente para ellas. A diferencia del ser humano que necesita tan solo una media de 8 horas para descansar, el perro necesita dormir una media de 12 horas diarias para encontrarse bien. Es por eso, que debes elegir una cama para perros que se adapte a sus necesidades Las camas podrán ser grandes o pequeñas, de colores naturales o de variados colores, con ruedas o sin ruedas y hasta de varios pisos si tienes más de un perro; el tamaño puede ajustarse a las dimensiones del animal y, también, a las de la propia habitación donde vaya a colocarse.

Antes que nada el perro necesita una cama confortable, la comodidad se vuelve fundamental cuando la mascota se va haciendo mayor y comienza a sufrir de artritis y dolores generales en sus viejos huesos y músculos.

Observar a tu perro cuando está durmiendo y la forma en que duerme te puede dar varias pistas para comenzar a informarte sobre qué tipos de camas para perros hay disponibles en el mercado y así elegir la cama idónea.

Eligiendo la cama ideal para tu perro

• Lo primero es la comodidad de tu mascota. Observa que el relleno sea elástico y que no se compacte al poco tiempo de uso.

• Conviene adquirir una cama que tenga una cubierta extraíble y lavable para poder eliminar frecuentemente el mal olor y la suciedad. Es importante que la cama pueda limpiarse con facilidad cada semana para ventilarla y evitar la proliferación de parásitos.

• Emplaza la cama en un lugar seguro, lejos de enchufes, cables eléctricos y de zonas de paso o  frío y humedad.

• La cama no puede ser ni muy grande ni muy pequeña. Puedes medir a tu perro, informarte sobre el tamaño que alcanzará cuando crezca y obtener una cama que sea un poco más grande que su tamaño normal. Existen camas ortopédicas especiales si el sufre de artritis o males similares.

• Los cachorros crecen rápidamente. Por lo tanto no debes comprar la cama que se acomode a su tamaño actual sino una que le siga sirviendo durante todo su crecimiento.

• Para los perros que duermen acurrucados es recomendable una cama redonda o cuadrada y con forma de cesta, es decir, con bordes que la protejan y resguarden. Mientras que para los perros que adoptan una postura estirada se aconseja un colchón rectangular puesto que le permitirá estirarse todo lo que quiera, sin el impedimento de los bordes. Aunque una cama bordeada rectangular tampoco es una mala opción, siempre y cuando quepa perfectamente.

• Si el perro es de raza pequeña le será más cómoda una cama con poco relleno, por otra parte, si es de raza grande, le conviene una cama blanda y esponjosa.

• Si a tu perro le gusta taparse durante la noche para sentirse más seguro, no olvides colocar una manta sobre el colchón. O, tienes la opción de adquirir una cama que incluya un sistema de tapado.

Ante todo debemos velar por la seguridad de nuestro perro, tanto o más, del mismo modo que nuestro perro vela por la nuestra.