El flamenco es uno de los elementos distintivos de la cultura Española, especialmente en regiones del sur de la península. El término engloba tanto la música como la danza y su origen parte de regiones como Andalucia, Extremadura y Murcia. A lo largo del siglo XVIII nacen diferentes controversias que apuntan al nacimiento de este arte. Algunas hipótesis apuntan a que el flamenco se asocia a la etnia gitana, sin embargo, las más extendidas apuntan al origen morisco que posteriormente fue influido por el mestizaje que se dió con oriundos, castellanos, y judíos.
El cante flamenco tiene diferentes «palos», que hace referencia a las diferentes variedades tradicionales del cante. Según las características musicales llamadas «claves», el ritmo y otros criterios como su carácter o su origen geográfico podemos hablar de fandango, cantiñas, bulerías o cantes del levante.
En la actualidad, el baile flamenco no solo se caracteriza por representar una cultura y una danza, sino también es la ayuda para muchas personas para superar una depresión o para mejorar sus aptitudes físicas. Desde hace algunos años la «flamencoterapia» nace con el fin de ayudar física y emocionalmente a través de la danza. Son muchas las ventajas que tiene esta práctica, como mejorar el riesgo sanguíneo, aliviar los dolores de espalda o ganar agilidad. La mente también es ejercitada a través de la memorización de los pasos, el oido a través del compás y el cuerpo para ejecutar los movimientos. Por esta razón, es una actividad aconsejable para personas que tengan alzhéimer.
El baile flamenco se consolida así como una búsqueda no solo por los aficionados y profesionales del sector, sino también para aquellas personas que necesiten mejorar su estado físico y emocional. Una vez más, el arte nos demuestra que es el mejor remedio para el ser humano.
¿Y que es lo que necesitamos para empezar a bailar? Pues todo buen bailarín de flamenco sabe la importancia que tienen unos zapatos de baile flamenco, con buen sonido. Además, para una mayor perfección también es aconsejable dotarse de faldas de flamenco de calidad. Cuando dispongamos de toda la indumentaria necesaria, ¡ya podemos subir al escenario y disfrutar bailando!