La Edad Contemporánea es el periodo específico actual de la historia del mundo occidental, que se inició a partir de la Revolución Francesa (1789) y que sigue su proceso hasta el presente. El inicio de la Edad contemporánea fue bastante marcado por la corriente filosófica de la Ilustración, que elevaría la importancia de la Razón. Había un sentimiento de que las ciencias irían siempre descubriendo nuevas soluciones para los problemas humanos y que la civilización humana progresaría cada año con los nuevos conocimientos adquiridos.
La característica principal es la libertad de expresión y su actitud provocadora, emplean un lenguaje y un vocabulario que escandaliza y que critica de forma humorística la cultura y la época del momento. Publican sus propios manifiestos en los que defienden sus ideales, reivindican lo original y atacan a todo lo producido anteriormente por considerarlo desfasado.
El arte abandona la imitación de la naturaleza y se centra en el mundo interior de los personajes, en lo sensitivo, en lo conceptual y en el lenguaje de las formas. Diseñadores contemporáneos importantes y emblemáticosprevalecen el inconsciente, la reconstrucción mental de la obra, exigiéndole al espectador una nueva actitud ante la obra de arte.
La pintura y escultura huyen de la figuración y se encaminan hacia lo abstracto. Rompen con las líneas, con los colores tradicionales y con la perspectiva única. Crean diseños geométricos y la visión simultánea de varias configuraciones de un objeto. La arquitectura, por su parte, abandonará la simetría para dar paso a la asimetría.