La historia del karaoke viene de Japón, donde ha sido popular la música para entretenimiento en reuniores y comidas. La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, quien se dio cuenta del potencial del sistema al ser consultado insistentemente por los asistentes a sus conciertos por grabaciones, para poder cantar con ayuda de ellas. Él comenzó rentando estas máquinas —que funcionaban con monedas— a diversos establecimientos, y esta forma de entretenimiento comenzó a popularizarse.
En Francia, a partir del siglo XIX, en la tradición de canción popular en los cabarets llamada goguette se acompaña al acordeón o a veces al piano la interpretación que hace algún asistente de una pieza conocida, pero como exigencia suplementaria éste modifica la letra de la canción. A diferencia del karaoke japonés, en el cual el participante es solamente un intérprete, la gogueta francesa posee también una dimensión de creación literaria y, frecuentemente, de parodia y crítica política.
Si se te realiza una venta de equipos de karaoke Barcelona, sabrás que una máquina de karaoke básica contiene una entrada de audio, un modificador de tono y una salida de audio. Algunas máquinas también disponen de un sistema de supresión de voz, para eliminar la voz del cantante original de la canción. También suelen disponer de una pantalla de televisión en que se leen los subtítulos de la canción.
Al fin y al cabo, un karaoke sirve primordialmente para disfrutar de tus amigos, compartiendo momentos de muchas risas y que seguro que siempre acabarás recordando otra vez que os juntéis, ya que no se olvidará jamás, ese momento en el que posiblemente hiciste un poco el ridículo, aunque con mucho orgullo.