En la actualidad, no son pocos los amos que dan huesos a su perro y nunca les ha pasado nada. Sin embargo, no siempre es así. Por desconocimiento o por creer que no puede ocurrir nada mucha gente ha perdido a su querida mascota. Y es que no se puede ignorar cuán perjudicial puede ser un hueso para un perro, no sólo por su salud sino también por sus dientes.
Cierto es que los perros no domesticados comen todo aquello que tienen a su alcance, nosotros como precaución debemos evitar males mayores y procurar por la salud y seguridad de nuestro perro.
Motivos para no dar huesos a tu perro:
- Los huesos desgastan los dientes y pueden llegar a provocar fracturas dentales, que suelen ser muy dolorosas.
- Pueden producir lesiones en la boca, como llagas y úlceras.
- Las astillas pueden perforar el tracto digestivo y provocar hemorragias.
- Es posible que al no poder trocearlo más pequeño traguen un gran hueso que podría quedar obturado y provocar algún tipo de lesión interna.
Sin embargo, hay otras alternativas mucho más seguras, igual o más beneficiosas, que cumplen la misma función y evitan cualquier riesgo desagradable que le pueda ocurrir al perro. Entre las posibles opciones a elegir destacan los huesos de diversos sabores, los huesos de cuero, el cartílago de los huesos o las galletas dentales, entre otras opciones.