El flamenco es un estilo de música y danza propio de las comunidades de Andalucía, Extremadura y Murcia. Es un signo de identidad de la etnia gitana que ha desempeñado un papel esencial en su evolución. El flamenco tal y como lo conocemos hoy en día data del siglo XVIII, y existe controversia sobre su origen, ya que si existen distintas opiniones y vertientes, ninguna de ellas puede ser comprobada de forma histórica, aunque el diccionario de la RAE lo asocia a la etnia gitana.
El cante, el toque y el baile son las principales facetas del flamenco. En los últimos años, la popularidad del flamenco en Iberoamérica ha sido tal que en Guatemala, Costa Rica, Panamá, El Salvador y Puerto Rico han surgido diversas agrupaciones y academias de flamenco. En Japón el flamenco es tan popular que se dice que en ese país hay más academias de flamenco que en España.
El baile flamenco puede acompañar distintos palos. Su realización es similar a un ejercicio físico moderado, y tiene probados efectos en la salud física y emocional y obviamente será necesario obtener unos buenos zapatos de flamenco buen sonido para realizar un baile suficientemente correcto.
Originario de los pueblos marginados del sur de España, el baile y la música flamenca tuvieron una influencia temprana de los griegos y romanos, y más tarde de las culturas hindú, mora y judía. Con la llegada, hace siglos, de los pueblos moro y judío a la Península Ibérica, la ya floreciente y próspera música y danza de Andalucía comenzó, sin darse casi ni cuenta, a extraer características de estas nuevas poblaciones. El baile y la música flamencos que vemos hoy son los deslumbrantes resultados de siglos de absorción y unificación de elementos de esta miríada de culturas.