Barcelona es una de las ciudades más famosas de Europa, y podríamos afirmar que del mundo. Su aire cosmopolita, su arquitectura, su localización geográfica y su clima hacen de ella una ciudad imprescindible para muchos turistas venidos desde cualquier parte del globo.
La evolución que ha experimentado la ciudad a lo largo de la historia se debe en gran parte al desarrollo urbanístico que la Ciudad Condal ha vivido desde su fundación en la época romana hasta la actualidad. Desde el siglo XIX se ha acentuado gracias al plan de Ensanche y la agregación de municipios limítrofes. Estas acciones supusieron dejar atrás las murallas de origen medieval que sitiaban la ciudad, consideradas como plaza militar y que limitaban el crecimiento urbanístico. La situación cambió con el derribo de las murallas y la donación a la ciudad de la fortaleza de la Ciudadela, hecho que propició la expansión de la ciudad y su amplicación territorial.
Gracias a la anexión de varios municipios colindantes con Barcelona, entre finales del siglo XIX y principios del XX, motivado por el Plan de Enlaces elaborado en 1903. Años más tarde, el desarrollo urbanístico vino propiciado por la gran inmigración desde otras partes de España, hecho que provocó la creación de diversos proyectos urbanísticos como el Plan Comarcal de 1953 o el Plan General Metropolitano de 1976.
Además el desarrollo urbanístico se ha visto favorecido entre los siglos XIX y XXI por diversos eventos celebrados en la ciudad como la Exposición Universal de 1888, la Internacional de 1929, el XXXV Congreso Eucarístico Internacional de 1952, los Juegos Olímpicos de 1992 o el Fórum Universal de las Culturas de 2004. Los acontecimientos nombrados además de favorecer los proyectos urbanísticos la dotaron de un interés cultural sin precedentes, atrayendo a todo tipo de personas que decidian visitar la ciudad por cuestiones deportivas, cultures o empresariales. De esta manera, poco a poco la Ciudad Condal ha ido perpetuando su nombre como una de las ciduades más importantes de la península.
El gran crecimiento urbanístico siempre ha propiciado que el sector de la construcción encuentre en la ciudad un motivo para su gran desarrollo y oportunidad laboral. Además, las reformas integrales en Barcelona se posicionan como un sector en constante expansión.